domingo, 29 de agosto de 2010

“La conciencia no es masculina ni femenina, por que no pertenece al cuerpo, esta suspendida por encima del cuerpo”.

Osho.

Naciste únicamente con conciencia, y todo lo demás lo has ido acumulando después. Todo aquello que tu mente ha almacenado después de tu infancia, déjalo a un lado- y dejarás de interponerte en el camino. Con esta simple comprensión encontraras abiertas las puertas del templo de tu ser.

Osho.


E

l hombre es como una roca y la mujer es como el agua. Cuando el agua cae sobre las rocas, la roca desaparece, antes o después se convierte en arena. Es solo una cuestión de tiempo. En el primer contacto del agua con la roca, la roca es tan fuerte y el agua tan suave, que lógicamente nunca puedes imaginar que un día el agua destruirá la roca, que se disolverá en arena y que el agua seguirá estando allí.

Esto es lo que Lao Tse llama “el camino de la corriente de agua”

- la fuerza de lo femenino.

La energía masculina es la del hacha, la del leñador. ¿Has observado a un leñador cortando leña? Esa es la energía de lo masculino: destructiva, agresiva, violenta.

La energía femenina es como la de un surfista.

Lo masculino en lugar de fluir con la vida lucha contra ella; lo femenino se deja llevar por ella, nada con ella, no lucha contra ella. Lo femenino es maleable y tiene flexibilidad, es más líquido.

Osho.


En “ella” está contenido “el”

pero en “el” no está contenido “ella”.






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