“El efecto principal de la acción, hecha para los demás, es purificarnos. Cada acto de caridad, cada pensamiento de simpatía, cada acción de ayuda, cada buena acción van quitando algo de la infatuación de nuestros pequeños "yos" y hacen que nos veamos a nosotros mismos como lo más bajo e insignificante. El ideal más elevado es la eterna total entrega de sí mismo, en donde no hay "yo", sino "Tú"; y ya sea el hombre consciente o inconsciente de ello, el Karma Yoga lo lleva a ese fin”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario