sábado, 30 de octubre de 2010

¿qué es Sat Chakra?


Sat Chakra es una modalidad de Sat Sanga en círculo; es una práctica en la que los yôgins -un mínimo de seis personas- se sientan en círculo, en el cuál van a ejecutar seis angas, a saber:

1. Captación de energía, a través del pránáyáma, bombeando la energía del aire hacia el interior del organismo y el prána hacia los chakras.

2. Ecualización de la energía a través del mantra, realizando los mismos mantras, al mismo tiempo, en el mismo volumen y al mismo tiempo.

3. Dinamización de la energía, a través de las palmas, al estimular los 35 chakras que poseemos en cada mano.

4. Circulación de la energía, dándose las manos y cerrando la corriente.

5. Proyección de la energía, por mentalización y/o imposición de manos.

6. Filtro contra el retorno kármico, a través de mentalización específica.

Extraído del Libro Avanzado, de DeRose.

BHÚTA y KÁMA SHUDDHI

BHÚTA SHUDDHI: la purificación intensiva corporal de los elementos. Es la tercera fase del Método DeROSE del Yôga avanzado, consistiendo en una purificación intensiva del cuerpo y sus canales de prána. Es la tercera parte del ady-ashtánga sádhana. Se trata de profundizar en la purificación con mantras, kriyás, pránáyámas y también con una selección alimentaria, ayunos regulares moderados y con un sistema de reeducación de las emociones, para que así el alumno no intoxique su cuerpo con desechos de emociones viscosas y densas. También tratamos de regular la cantidad de ejercicio físico, de trabajo, de sueño, de sexo, etc..Cualquier exceso o carencia puede comprometer el resultado esperado. Estos y otros recursos son utilizados para dejar los canales desobstruidos para que la energía pueda fluir libremente cuando fuera despertada.

KÁMA SUDDHI: la purificación de las emociones. Es aprender a colocar las emociones a nuestro servicio, aprender a utilizarlas como un poderoso impulsor de realizaciones positivas.

Estas dos purificaciones, son el fruto del profundo conocimiento del ser humano que hace 5000 años, los Maestros enseñan.

GANESHA


Jaya Ganêsha Páhi mám

Jaya Ganêsha, jaya Ganêsha, jaya Ganêsha, páhi mám,

Sri Ganêsha, Sri Ganêsha, Sri Ganêsha, raksha mám.


Sat Sanga

Costumbre milenaria: El Sat Sanga significa, en sánscrito, reunión en buena compañía. Es el nombre dado a la costumbre milenaria hindú de sentarse, normalmente por la noche, al lado del Maestro o de su preceptor y entre una enseñanza y otra, vocalizar mantras, principalmente los de tipo kirtan, que poseen una naturaleza alegre y extrovertida. Con la ayuda de las notas de los alumnos, con las partituras e incluso con instrumentos musicales, el alumno aprende de una forma divertida cómo corregir y mejorar la vocalización de una diversidad de mantras, su correcta pronunciación en sánscrito, los diferentes ritmos, sus significados y transcripciones. A través de vibraciones fonéticas de milenios atrás, el alumno es llevado a las leyendas y folklore de la India antigua.

El Sat Sanga es rescatado de los monasterios y escuelas de Yôga y transformado en un show muy animado sin perder nada de su tradición ancestral. Explore el valor y el contexto de esta herramienta ideal para la meditación y el autoconocimiento y reconquiste las sonoridades más lindas de más de 5.000 años de historia de la India.

Mantras: Son combinaciones vocálicas que actúan directamente en el cuerpo humano. Ellas son capaces de efectuar las más variadas transformaciones a través de sonidos y ultra-sonidos inherentes a la lengua sânscrita, elaborado millares de años atrás. Pueden servir para relajar, excitar, tonificar, sedar, pero, principalmente, sirven para llevar a aquel que lo vocaliza al estado de meditación u otros más avanzados.



PRANAYAMA


Prána, la energía vital
penetra nuestro cuerpo
por los laberintos respiratorios.

Lleva la bendición de la vida hasta nuestro pecho
y de él, hacia todo nuestro ser, físico y sutil.

Prána, la energía biológica
sin la cual ninguna forma de vida
animal o vegetal sería posible.

Prána, que trae la cura
y la regeneración celular.
Para vivir, todos los seres necesitan respirar.
Respirando, incrementamos vitalidad,
revitalización, reconstitución
de los tejidos, insuflándoles la propia vida.

Controlando los ritmos respiratorios,
dominamos nuestras emociones y acciones.
Alterando los niveles de profundidad
de la respiración, conquistamos
nuevos estados de conciencia.
Interfiriendo voluntariamente
en el acto respiratorio cruzamos
la frontera entre lo conciente
y lo inconciente.

¡Eso es pránáyáma!

"CUANDO EL CUERPO GRITA ... LO QUE LA BOCA CALLA"....

"La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma". Bach.

Muchas veces...

El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.

El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.

El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.

La diabetes invade cuando la soledad duele.

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.

El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.

El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.

La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.

Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.

El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.

La presión sube cuando el miedo aprisiona.

Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza

La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.

Y tus dolores callados?

Cómo hablan en tu cuerpo?

Elige alguien que te pueda ayudar a organizar las ideas, armonizar las sensaciones y recuperar la alegría.

Todos precisan saludablemente de un oyente interesado. Pero todo depende, principalmente, de nuestro esfuerzo personal para hacer que sucedan mudanzas en nuestra vida.

miércoles, 27 de octubre de 2010

MAS DE Entrevista a Prashant Iyengar

Practicantes y prácticas suaves, intermedias e intensas

La última vez estuve hablando sobre la práctica y sus tres grados: suave, intermedia e intensa. Pero nunca nos preocupamos de saber que hay grados, tanto para las prácticas, como para los practicantes. Normalmente, cuando decimos que esta es una práctica suave, nos referimos al practicante, a que él o ella son suaves en su práctica, a que él o ella son intensos en su práctica. No se trata de las prácticas, nos referimos a un practicante suave, intermedio o intenso. Hay dos aspectos: prácticas y practicantes. Esto se expone de forma muy precisa en el comentario de Vyasa. Igual que hablábamos sobre la práctica la última vez, es importante también que consideremos ahora los dos aspectos: prácticas suaves, intermedias e intensas, y practicantes suaves, intermedios e intensos. Supongamos que lees un libro de texto de la escuela primaria; si lo lees durante ocho o diez horas cada día, se supone que estas trabajando de forma intensa. Te aprendes todo el libro de memoria y sigues estudiándolo aún más. Es decir, actúas intensamente durante ocho, diez o incluso catorce horas diarias. Pero, en este caso, solo es intenso el practicante, la práctica es suave pues solo estas leyendo un libro de enseñanza básica. Cuando nos referimos a la práctica, debemos entender estos dos aspectos: ¿cuáles son nuestras prácticas y cómo las estamos haciendo? No se trata solo de que seamos intensos. Si eres intenso en una práctica básica, no puedes esperar un gran progreso.

Mediante la lectura de un libro de primaria durante veinte años, no puedes conseguir un título diciendo sencillamente que “he estudiado durante veinte años y merezco titularme”. Para obtener un título tienes que estudiar algo correspondiente al nivel del año veinteavo, no al del primer año. Supongamos que eres un estudiante de inglés. Si estudias el mismo libro durante veinte años, no puedes esperar un certificado de graduación. Pero si estudias el texto correspondiente al año veinte y lo aprendes, entonces puedes obtener la graduación.

No solo es importante que tengas que ser intenso, es importante en qué tienes que ser intenso. ¿Eres intenso en prácticas suaves? Entonces el resultado será lo mismo. No puedes esperar resultados más allá de un límite. Aunque estudies ese libro cuatro, ocho o quince horas diarias, no vas a avanzar más allá de un límite. Estudiando el inglés básico cuatro horas diarias, aprendes algo, pero no esperes avanzar en el aprendizaje proporcionalmente al tiempo de estudio durante veinte años, porque el libro no tiene tantas posibilidades. El libro no contiene tanto como para darte cinco o seis veces más. Así, en la práctica debes saber: “¿cuáles son las prácticas que llevo a cabo?” Tienes que conocer los niveles de cada práctica; existen los dos aspectos: práctica y practicante. Las prácticas —que son las técnicas que sigues y el nivel de esas técnicas— y luego la intensidad —sea suave, intermedia o intensa. En el primer capítulo de los Yoga Sutra de Patañjali hay un bello sutra con el comentario de Vyasa: "mrdu madhya adhimatratvat tatah api viseshah" [7]. Este sutra de Patañjali se refiere a las prácticas y a los practicantes suaves, intermedios e intensos. Se dice que un practicante intenso con una práctica intensa logra el samadhi con rapidez. Eso es lo que se dice. Se mencionan ambos conceptos. Tu práctica debe ser intensa y tu también debes ser intenso; se explica esto más adelante, en los diagramas.

¿Sabes en qué consiste una práctica suave? Todos somos practicantes suaves de yoga, incluso aunque practiquemos ocho o diez horas diarias, o transpiremos; aún así, todos somos practicantes suaves porque las prácticas que efectuamos son suaves. Ahora puedes ver la diferencia entre tu práctica de los principios del yoga y la de Guruji. ¿Son iguales? Supongamos que Guruji practica asanas cuatro horas diarias y tu practicas ocho horas cada día. ¿Significa esto que tu practicas con una intensidad más alta por hacerlo ocho horas diarias? Las técnicas que él sigue y las que tú sigues son la gran diferencia. Todos somos practicantes suaves porque nuestro yoga se halla integrado con bhoga. Nuestra vida es “yoga mezclado con bhoga” [8] Nuestra práctica suave se muestra gráficamente en la Fig. 1.

Dibuja aquí un círculo y divídelo; podemos decir que un veinte por ciento es yoga y el resto bhoga.

Este aspecto del yoga puede modificarse; sería algo así como levantarse entre las seis y las siete de la mañana, o quizás entre siete y ocho, o entre ocho y nueve; todo está relacionado; anoche, a última hora, era muy tarde y tomé una cena pesada. “Ahora, por la mañana, no puedo practicar; veamos si lo intento por la tarde. No puedo practicar mucho porque he comido demasiado y no voy a poder dormir esta noche”. Hay muchos compromisos en nuestras prácticas yóguicas; dependen de las actividades precedentes y las posteriores. Si vas a emprender un viaje, dirás: “haré solo Sirsasana, Sarvangasana y posturas relajantes, pues tendré un largo viaje volando catorce horas de vuelta a casa”, o “acabo de volar durante catorce horas, tengo que hacer mucho yoga”.


Si inviertes la posición: esto es 20% bhoga y 80% yoga, aún se trata de la categoría suave, porque los dos se interrelacionan; están en el mismo círculo. Tu yoga se influencia por bhoga, y bhoga se influencia por yoga; están en el mismo compartimento. Incluso aunque el yoga aumente un seis por ciento, un ocho por ciento, aún se trata de yoga suave.

Por tanto, no es una cuestión de tiempo o duración de la práctica, como 8, 12 ó 14 horas diarias?
Correcto. Porque tu yoga es muy sensible ante la vida y las experiencias vitales; continuamente resulta afectado. La felicidad de la vida tiene influencia en el yoga. El excitamiento de la vida tiene influencia en el yoga; las frustraciones, las penas de la vida tienen influencia en el yoga.

A menos que vayas a los Himalayas y te dediques al yoga por completo.
No. No necesitas ir a los Himalayas; puedes crear los Himalayas allí donde te encuentres. Supongamos que lo que hay son prácticas intermedias; entonces, esto cambia según la Fig. 2a.

Las dos no están relacionadas. El yoga se separa de tu vida. Esto es posible para los madhyamadhikaris, los yoguis de intensidad intermedia. Su yoga no resulta influenciado por la vida o tentado por bhoga, porque hay dos círculos. El yoga se mantiene separado y aislado, de tal forma que no produzca impacto o altere tu vida.
Ese es el yogui de nivel intermedio, que resulta cualificado para el samadhi. Perdón por decir que el yogui de las Fig. 1a ó 1b no están cualificados para el samadhi aunque tengan un noventa y cinco por ciento de yoga y un cinco por ciento de bhoga, pero es que están en el mismo círculo.

¿Es posible obtener samadhi (viendo la Fig. 2)?
Si. Esta listo para el samadhi. La persona del primer diagrama (Fig. 1a ó 1b) no está cualificada para el samadhi.

¿Puedes explicar un poco más los dos círculos?
Si. Los ascetas como Shankaracharya, por ejemplo, podían practicar yoga de tal forma que su vida no podía influenciar o provocar contaminaciones al yoga. Para nosotros, las contaminaciones están ahí. ¿Triste? El yoga se contamina. Estoy triste y mi práctica está afectada. Me excito y el yoga se afecta. ¿Éxito? Afectado. ¿Fracaso? Afectado. Esto nos afecta, pero Shankaracharya, o los santos, no se ven influenciados o contaminados y es por esto por lo que he colocado el yoga como un aspecto separado de bhoga. No están en contacto. No entran en contacto en ningún punto.
Ahora bien, cuando el círculo del yoga disminuye y el del bhoga aumenta, la práctica se vuelve “suave”. Cuando los círculos son de igual tamaño, es “intermedia”. Cuando el círculo de yoga es grande y el de bhoga pequeño, se vuelve “intensa”, tal como se muestra en la Fig. 2b.

Estos son los yoguis que no son afectados por las calamidades. Como sabes, sufrimos calamidades, y ellos también las sufren. Perdemos a nuestros padres, y ellos también pierden a sus padres. Perdemos a nuestros seres queridos, y ellos también pierden a sus seres queridos. Pero hay una gran diferencia entre el trauma que nosotros experimentamos y el que experimentan ellos. En realidad, ellos no experimentan un trauma, porque comprenden la realidad de la vida. Saben que la gente va y viene, como las olas en el océano. Saben que cuando una ola viene, tiene que volver. Cualquier cosa que venga a la playa tiene que volver. Entienden la filosofía de la vida y, por tanto, su vida no influencia su espiritualidad. Saben que esto es una realidad aparente y no la realidad última.

Eres madre a causa de una relación. Pero en esencia tú no eres una madre, tú no eres la madre de nadie, no eres la hija de nadie, no eres la hermana de nadie. Es solo el negocio de la vida, el papel que interpretamos, lo que nos transforma en la hermana de alguien, la madre de alguien, la hija de alguien, el cuñado de alguien. Eso no es la realidad. Es una realidad transitoria, es el negocio de la vida. Por tanto, sus vidas no afectan al yoga. Así es como son capaces de mantener su práctica sin desviaciones. Siguen las enseñanzas del yoga y su práctica no es influenciada por la vida.

¿Cómo consiguen esa habilidad?
A causa de su evolución. Veamos, cuando te ofendo, te sientes insultado. Cuando alguien me ofende, me siento insultado. Cuando te ensalzo, te alegras. Pero estas cosas, estas dualidades no les importan. Los santos han sufrido. Los santos también han sido marginados por la sociedad, más que tu y yo. Incluso, parece que han sufrido más. Pero realmente no han sufrido. Creemos que los santos sufren. Pero los santos no sufren, porque entienden la naturaleza de la realidad. Eso es evolución; esto es así a causa de la evolución. Por tanto, a partir de esta situación, tienes que alcanzar esta otra. No puedes decir que empezarás a practicar de cierta forma desde mañana. Eso no sucederá. Hay que seguir una evolución; debes avanzar a través de la evolución.

De esta forma te cualificas para alcanzar el segundo nivel. Por esto digo que solo conoces tu nivel. Si Guruji hace ciento ocho Viparita Chakrasana, tu no estas cualificado aún para ello. Ahora bien, tu pregunta sobre si debes o no hacerlo, es otra cuestión. No puedes decir: “debo llegar a este nivel”, si no es el nivel adecuado y persistes en hacerlo, no tendrás éxito. No serás capaz de mantener tu vida totalmente aislada del yoga y al yoga aislado de tu vida. Ambos se mezclarán, porque no estas cualificado.

Tenemos que evolucionar hasta alcanzar un estado en el que el negocio de la vida no influya en nuestro yoga. Así es el madhyamadhikari.

Los grandes Acharyas, los grandes santos también fueron discriminados. La sociedad los discrimina, se opone a ellos. Se les provoca todo tipo de conflictos. La gente intenta torturarlos, pero realmente no son torturados. No sufren ninguna tortura. Creemos que son torturados, pero conservan siempre la misma tranquilidad interior. Si realmente sufriesen, no serían santos. Para entenderlo mejor, si dijesen: “¡Oh!, he padecido un montón de injusticias y discriminaciones”, no serían santos.
Así es el segundo estado. ¿Cuál es el tercero? En el tercer estado, solo hay un círculo, tal como se muestra en la Fig. 3.

Solo hay yoga. Y esto solo sucede a personas como Shuka Mahamuni, Patañjali y Vamadeva, que se han liberado en vida. Solo hay un círculo. Todo es yoga, pero si hay un poco de bhoga, este círculo se volverá algo gris, ligeramente grisáceo. A causa de las infecciones de la vida, las infecciones del karma, (el círculo) se teñirá de color gris (la práctica será suave). Si (la práctica) es intermedia, la tentación será menor; (el círculo) será blanquecino. Y si es adhimatra, intenso con practica intensa, en sadhana intenso —será super blanco, blanco como la nieve. El karma no causará dolor. Por tanto, solo tienen un círculo, lo que quiere decir “práctica intensa”.

¿Quieres decir que no hay vida después de la muerte para estas personas?
Efectivamente. No hay vida después de la muerte. Contempla ahora la diferencia. En el primer diagrama, Fig. 1a y 1b, nuestro yoga se entremezcla con bhoga. Pero en la Fig. 3, todo es yoga y solo hay una pequeña infección. Todos nos exponemos a las mismas bacterias porque todos estamos en las mismas condiciones. Pero es posible que uno de vosotros enferme mañana, a causa de su menor inmunidad. Todos consumimos la misma agua, pero no todo el mundo sufre de cólera. Algunos con menores defensas lo padecerán. Todos comemos en el mismo hotel el mismo día, pero uno enferma gravemente, otro de forma leve y otro no enferma en absoluto, a causa de sus defensas. Los yoguis realizados tienen sus experiencias; duermen, se levantan, hacen cosas naturales. Tienen hambre y sed. Tienen que comer para calmar su hambre y sed.
Y cuando disminuye la presión del karma, se vuelven blanquecinos. Y cuando no hay presión del karma, cuando están a punto de liberarse, se vuelven super blancos.

¿Puedes explicar mejor el segundo y tercer estados?
Veamos, en el segundo, la vida se compone siempre de dos aspectos; aunque se practica yoga, bhoga siempre existe, las experiencias también están ahí. Existen el dolor y el placer. Pero, igual que los santos, son capaces de mantener su estructura mental, la quietud de la mente sin que resulte afectada o intimidada. Aspiran a un estado más elevado, porque bhoga esta siempre al lado de yoga. Los factores dolorosos están presentes, los factores molestos están ahí, y no desaparecen.
Cuando alcanzas el estado más elevado, los factores molestos son imperceptibles, y no tienen influencia alguna. Es solo una mancha, parduzca o blanquecina. Así es como debe ser su vida. Pero en el segundo estado tienes ciertamente dos cosas en tu existencia. Dices: “esto es mi yoga, esto es mi espiritualidad”; y, “esta es mi vida cotidiana, familiar y social”. No se identifican a sí mismos con el papel que juegan en la vida familiar o social.

Si has leído la vida de Tukaram, entonces sabrás que su esposa fue terrible, le causó muchos problemas y su vida fue un infierno. En otro caso, habría sido diferente, pero aún así fue parte de su vida. Cuando quería sentarse para Bhajan, adoración o japa, ella le hacía trabajar, y él nunca se opuso. No tenía resentimiento. Cuando se sentaba para japa, la esposa decía: “el niño está llorando, tienes que cuidarlo”. Él no se oponía pero esos bhogas estaban allí para influenciar completamente su vida. Sin embargo no influenciaban, coexistían. Yoga y bhoga coexistían.
En la Fig. 3 no coexisten, como cuando bhoga es suave. Siempre está allí —como dije, habrá pequeñas infecciones puesto que estamos en contacto con las bacterias— pero no habrá sufrimiento.

Igual que has hecho con el segundo estado, ¿puedes poner un ejemplo para el tercero?
Un ejemplo para el tercero sería Shuka Mahamuni y Vamadeva. ¿Has leído sus vidas? Se hallaban completamente fuera de este mundo, aunque estaban en el mundo, porque estaban al borde de la liberación al final de su vida, o en un particular momento de ella. Estaban a punto de liberarse y por ello tenían una forma única de vida. Shankaracharya tuvo éxitos y fracasos, pero no se cuestionan en su caso los éxitos o los fracasos. El creaba Himalayas dondequiera que estuviese. Los Himalayas estaban a su alrededor. Shankaracharya se movía de un lugar a otro, tenía debates, encuentros, discusiones. Los santos también tenían junto a ellos a gente en contra, se movían con la gente, viajaban con la gente, algunos de ellos respetables, otros no tanto y, otros mas, despreciables. Eran conscientes de todo esto pero su yoga no resultaba afectado, eran santos. Estos son los ejemplos de aquellos que estaban a punto de liberarse. Para ellos sucede así. Esto es yoga intenso (Fig. 3), lo anterior es yoga intermedio (Fig. 2) y, por ello, es por lo que he dicho que todos practicamos yoga suave (Fig. 1).

Para nosotros, igual que todo es parte de la vida, el yoga también forma parte de ella. Cuando seamos capaces de separarlos, entonces estaremos en el estado intermedio (Fig. 2) con dos aspectos separados, y cuando lleguemos al tercer estado (Fig. 3), solo habrá un aspecto. Y además, el estado intermedio podrá ser suave, intermedio e intenso. El estado más intenso proporciona samadhi instantáneo, liberación instantánea —como Vamadeva. Vamadeva nació del vientre de su madre e inmediatamente quedó liberado. No fue un ser humano normal ni un solo momento; en el instante que nació se dice que atravesó el universo hacia la liberación.

Esto significa que la liberación tiene lugar exactamente en el siguiente instante, cuando se es intensamente intenso, con intensas prácticas. Así, cuando nos referimos a la intensidad, solo nos referimos a un aspecto, no a las prácticas. Todos practicamos yoga suave. Podrías practicar intensamente, pero practicas yoga suave. Pues existen numerosos compromisos, el negocio de la vida compromete nuestro yoga: “hoy no puedo practicar, mañana no seré capaz, mañana tengo que viajar, tengo otros compromisos”, cualquier cosa. Demasiadas cosas se interponen. Aunque practiques 10 horas cada día, catorce horas cada día, no vas a hacer más que una práctica suave. El practicante será intenso, pero la práctica será suave. Eso son matemáticas bellamente adaptadas a la teoría del yoga. Hablamos de intensidad pero, como puedes ver, somos todos intelectuales, nunca nos preocupamos de saber qué es intensidad, qué es mediocridad. Por eso, existen distintos aspectos.
[7] Yoga Sutra I.21: "La meta esta cerca para aquellos que son supremamente vigorosos e intensos en la práctica”. Yoga Sutra I.22: “Existen diferencias en las prácticas de quienes son blandos, moderados y entusiastas” B.K.S. Iyengar, Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali. Comentario de Vyasa: “Pueden ser suaves, moderados o intensos en su energía ardiente, y así surge otra distinción. Para el ligeramente ardiente está próximo; para el medianamente ardiente está más próximo; el más próximo de todos al samadhi y su fruto es el yogui intensamente ardiente que practica métodos avanzados”. (T. Leggett).
[8] bhoga: alegría, placer, experiencia sensual placentera.

MAS DE Entrevista a Prashant Iyengar

Medidas de seguridad en el sistema

Tradicionalmente se piensa que el yoga es un asunto peligroso. El otro día dijiste enigmáticamente que el yoga es peligroso pero seguro. ¿Puedes arrojar más luz sobre este tópico?
Lo que intentaba decir es que todo en yoga tiene un tremendo acceso esotérico a la parte sutil, al complicado sistema sutil. Comparado con el acceso que proporciona, las medidas de seguridad son realmente increíbles y si sigues los principios del yoga, tendrás verdaderamente todas las garantías. Pero muchas veces sucede que la gente no practica los principios del yoga o quizás solo los practica en parte. En esto reside el peligro. Entonces, si ponemos demasiado énfasis en asana y pranayama, es cuando comprobamos que no hemos tenido en cuenta el valor de los principios básicos del yoga en nuestra práctica. Pues, cuando practicas correctamente, no te vuelves indiscreto, imprudente, o loco; no desvarías.
Pero supongamos, por ejemplo, que todo el mundo practica las asanas igual que un gimnasta sus ejercicios. Es impensable obtener algo; si practicas asanas y pranayama de esta forma, los principios básicos del yoga se mantienen completamente aparte y te conviertes en un fanático del ejercicio. Y todo lo que deseas, como cualquier gimnasta, es ir más allá de los resultados obtenidos en cualquier nivel de ejercicio que te encuentres. Siempre quieres mas. Estas loco. Deliras y, por las buenas o por las malas, intentas conseguir resultados. Pues, en último término, lo que quieres es ganar la medalla de oro. Por tanto, haces todo lo posible, sin discreción alguna, sin prudencia alguna. Tu único objetivo es alcanzar ese nivel y lograr la medalla de oro. Y en el proceso pierdes demasiadas cosas, por las cuales no te preocupas. Y si estas tan loco, si eres un maniático, un maniático del ejercicio, un loco del ejercicio, entonces no estas siguiendo los principios del yoga y por tanto te encontrarás aislado ante cualquier problema. Te acosarán y terminarán contigo.

Pero si practicas los principios básicos del yoga, serás moderado, templado, juicioso y discreto, y en este caso las prácticas yóguicas serán absolutamente seguras. A pesar de que he comentado que se produce un acceso muy profundo a tu mente, a tu mecanismo mental, a tu funcionamiento y constitución mental, todo esto será totalmente seguro. Los principios del yoga son como guardianes. Si sigues los principios, Yama, Niyama, y otros principios éticos y morales en tu práctica, si tus prácticas están condicionadas, gobernadas y amoldadas a estos principios, entonces, definitivamente, no existe peligro. Ahora bien, para dar un ejemplo palpable, si estas viendo a Guruji y dices: “puesto que él hace ciento ocho Viparita Chakrasana, yo también debo hacerlo”, o “ciertamente es lo ideal, tengo que hacerlo”. Bien, se crea un espacio peligroso porque deberías conocer en qué nivel te encuentras y para cual estas cualificado. Podrías hacerlo ciento ocho veces, pero no te sentirás como Guruji después de hacerlo. Esa es la gran diferencia que nadie advierte. Algunos de sus estudiantes realmente practican con él. Si Guruji hace ciento ocho, ellos también hacen ciento ocho, pero no se preocupan en investigar cual es el estado de Guruji después de ciento ocho y compararlo con su propio estado. Nunca se han preocupado; solo han tenido la satisfacción de haber practicado al lado de Guruji: “¡él hizo ciento ocho, y yo hice también ciento ocho!”.

Este aspecto es el que procura cierto peligro en las prácticas —cuando estas loco, deliras o estas muy disgustado por algo. Pero cuando practicas siguiendo los principios básicos del yoga, ciertamente sabrás para qué estas cualificado y cuánto puedes hacer. A veces he comentado en clase cuáles son las cuestiones: “¿cuánto estoy haciendo?, ¿cuánto puedo hacer? y ¿cuánto debo hacer?”

Una vez que estos principios guíen tu práctica, no habrá peligro. Solo con pensar “cuanto puedes hacer” y “cuanto haces”, mantienes las puertas abiertas para que entren todo tipo de problemas. Pero cuando sabes “cuanto debes hacer”, entonces las puertas se cierran totalmente ante los problemas. Así es el aspecto de discreción, de juicio en la práctica. Si sigues a Guruji en ciento ocho Viparita Chakrasana, debes seguirle en todo. Sobre esto, la gente no se interesa —lo que come, lo que hace el resto del día, cuánto pranayama hace, qué otras cosas hace. Nadie se preocupa de averiguarlo. Es muy importante aprender los principios de la práctica. Ellos te proporcionarán suficiente impulso, ni más ni menos. Eso es muy importante. Si posees un tremendo impulso, no pienses que es una ventaja. Debe ser un impulso óptimo. Sabes lo que significa “impulso”? ¿Lo comprendes? La fuerza que hace tu práctica, la fuerza detrás tuyo: impulsar. “Impulsar” es “empujar”. El empuje que tienes en tu práctica debe gobernarse por otros factores, pues en otro caso te volverías loco.
Un gimnasta puede trabajar sin cuidado por su cuerpo a fin de alcanzar el nivel en que obtiene la medalla de oro. Puedes imaginar lo que les sucede después. Su vida como gimnasta es solo de quince o veinte años. La vida de un gimnasta es extremadamente corta. La vida de un deportista también. Un poco más larga, pero también es corta. Y luego, cuando termina su carrera, toda su vida se llena de vacío y de problemas mentales, porque más adelante no hay nada que alcanzar, no hay premios ni aplausos. Las personas no van a aplaudirles. No hay publicidad, la prensa ya no viene. Por ello, sufren con todas estas cosas.

Las personas quieren eso; llega un momento en que se acostumbran a ello, al reconocimiento, a la gente aplaudiendo, a ser apreciados, a la gente alrededor complaciéndoles, y cuando esto se acaba, se siente un gran vacío. Así es el asunto, las medidas de seguridad están ahí si entiendes los principios básicos del yoga. Cuando los sigues, entonces no hay peligro en absoluto, pues es un sistema tremendamente seguro aunque vaya más allá de tus facultades, percepciones, sensibilidad y capacidad mental. En realidad te transporta mas allá de todo eso. Como puedes ver, cuando penetras en el aspecto místico del yoga, estas perdido en la oscuridad, pero no estas sin guía. Y cuando tienes un guía, aunque estés en un lugar extraño, no tendrás dificultades. Si tienes una persona de confianza como guía, no tendrás porqué preocuparte. Así, si sigues los principios, poseerás una fuerza interior que te guiará, aunque te muevas en la oscuridad, aunque te muevas en algo no manifiesto, en algo inconcebible.

Se supone que un yogui, a partir de cierto nivel, se enfrenta a lo desconocido.
Si, por supuesto. Sin embargo, tienes un guía cuando tienes bien inculcados estos principios. Entonces estas totalmente seguro y no tienes temor, ni miedo, ni hay tonterías; en otro caso habrá cosas sin sentido. Si no acudes al yoga integral, entonces pueden surgir estos peligros, especialmente en pranayama. Por eso se dice que el pranayama es muy peligroso.

¡Puede matarte! El prana ha de controlarse gradualmente, igual que se doman los leones, los elefantes y los tigres (poco a poco, con paciencia y energía), de acuerdo a las limitaciones físicas y la capacidad de cada uno, pues de lo contrario el practicante podría morir [5].
Puedes matarte si no sigues los principios de la práctica. Cuando sigues los principios de la práctica no te opones a la ciencia. Si te opones a la ciencia, la ciencia es peligrosa y por eso, varias veces he comentado en otras charlas que la teoría de nuestra práctica es muy importante. Tenemos que comprender la teoría de nuestra práctica. La “cientificación” de nuestra práctica es muy importante. Una práctica es científica solo si tiene una teoría que la sustenta. No hay ciencia sin teoría. Hay teoría incluso para la práctica mas subjetiva. Debe haberla, y debe entenderse de tal forma que no haya confusiones, dudas, miedos o temores. De otra forma siempre habrá dudas: “¿estoy en lo correcto?, ¿es lo correcto?”.

Estas cosas sucederán si no conoces la teoría de la práctica, pero cuando la conozcas dispondrás contigo de una especie de calculadora. Inmediatamente tendrás respuesta a cualquier pregunta que se te presente.

¿No crees que la mente también puede volverse inteligente como nosotros, o más que nosotros?
Inteligente, ¿en qué sentido?

Podría llegar a desconcertarnos
¿Desconcertarnos?, ¿engañarnos? Eso sucede solo cuando no practicas los principios del yoga. Si practicas ahimsa, satya, asteya, brahmacarya, aparigraha, sauca, santosha, svadhyaya, Ishvara pranidhana, eso no sucederá. Si sabes en qué consisten, si los practicas, no hay peligro. Si practicas un yoga desviado, tendrás problemas. He dicho varias veces que hay una psicodinámica de la práctica: cómo debes estar y qué debes hacer con la mente en una postura concreta, en un ciclo de posturas concreto. Debes conocerla, igual que conoces técnicas físicas concretas sobre la pierna, el esternón, la columna, las articulaciones, los músculos, etc. También debes saber algo sobre la mente, sobre cómo debe hallarse y qué debe hacer la mente en la postura. Por tanto, todo son aspectos técnicos del yoga, nuestros aspectos técnicos no se refieren solo a articulaciones y músculos, a huesos y cartílagos. Pues aquellos son todos también partes técnicas: cómo deben encontrarse los sentidos, cómo debe estar la mente, cómo deben hallarse los ojos, cómo tienen que estar los oídos. Todo esto son aspectos técnicos y por tanto, si conoces su teoría tendrás cuidado de cada uno de estos aspectos, y todo tendrá cuidado de todo, y tu no tendrás dificultades que podrían “engañar” o complicar tu inteligencia. Esas cosas no sucederán. En otro caso tu mente será engañada, pues no estarás haciendo nada para domar la mente, no estarás haciendo nada por la mente y así es como puede surgir el peligro.

¿Puedes darnos un ejemplo sobre cómo debe estar la mente en una postura, para que todo el mundo lo entienda?
Por ejemplo, cuando haces Trikonasana, ¿porqué haces Trikonasana? Así es como debe estar preguntándose la mente: “¿estoy haciendo esto solo para tonificar los músculos de las piernas, la columna o la espalda?”. Por supuesto, la respuesta será: “no solo lo hago por eso”. Debe haber alguna razón más. Por tanto, lo psicodinámico se inicia con esta pregunta: “¿porqué hago esto?”
Es posible que obtengas como respuesta que lo haces por muchas razones. En último caso, las asanas se hacen por citta, por la conciencia, pues las asanas no tienen efecto solo sobre el cuerpo. Lo tienen sobre el cuerpo y la mente; sobre el cuerpo grosero y el cuerpo sutil. Patañjali dice que el efecto de asana es: "tatah dvandvah anabhighatah" [6] - "liberarte de las dualidades”.

¿Significa esto que las dualidades son solo físicas, como el frio y el calor? Las dualidades son también mentales. Así los beneficios de las asanas son ante todo mentales, y además de tener efectos mentales, el cuerpo durante el proceso también experimenta beneficios, que son muy deseables. Por eso, las posturas de pie no son solo para tonificar los músculos de las piernas o de la espalda. Se tonificarán, pero suceden otras muchas cosas. Si tienes cien rupias, quiere decir que también tienes diez rupias, ¿no? Si tienes cien rupias en tu bolsillo, no puedes decir: “no tengo diez rupias”, porque diez es la décima parte de cien. Por tanto, si el efecto de una asana se halla en la conciencia, eso es como tener cien rupias, y si tonificas los músculos de las piernas y la espalda, eso es como tener diez rupias. Así, poseyendo cien rupias, también poseerás diez rupias. Entonces, ¿porqué estoy haciendo asanas?, ¿qué obtengo en mi mente con las asanas?

Guruji ha dicho varias veces y en distintos lugares: “las asana son para citta pari karma”. Él dice: “las asana son para purificar la mente”. Cuando utilizas la palabra “cosméticos”, piensas que los cosméticos se utilizan para el cuerpo o la cara. Pero en yoga también hay cosméticos para la mente. Las asana son los cosméticos de la mente. Deben proporcionar un efecto calmante y sublime sobre la mente, de quietud y serenidad. Y por esa razón deben hacerse las asanas. Debes saber que si con Trikonasana consigo ese estado concreto, tengo que haber hecho algo en esa dirección. Aparte de hacer algo desde los tobillos hasta las caderas y desde las caderas hasta los hombros y los dedos de las manos, hay que hacer algo mas para obtener el efecto mental del yoga después de Trikonasana. Por tanto, ciertamente hay otras cosas que hacer en Trikonasana. Ya sabes que las asanas son psicosomáticas. Guruji ha dicho en varias ocasiones: “a veces hay que excitarse si nos sentimos entumecidos”, pero ¿cómo podemos excitarnos? Tienes que vaciar el cerebro y cuando lo consigas, trabajando sobre el aspecto glandular de la asana, obtendrás la excitación.

Es posible que desees una mayor circulación para el cerebro. Por eso es por lo que das saltos, haces equilibrios sobre las manos o algún otro ejercicio rápido y dinámico, a fin de activar la circulación. Pero, insisto, no es solo físico. Supongamos que estas entumecido y te calientas cuando haces Halasana y Paschimottanasana cincuenta veces. También puedes hacer diez veces el equilibrio sobre las manos para desentumecerte. ¿Cómo puedes denominarlo solo “físico”?. Querías superar un estado mental; la oscuridad era un estado mental, el entumecimiento era un estado mental que querías superar haciendo algunas asanas. En definitiva, las asanas son psicosomáticas y, en este caso, no puedes trabajar sobre el soma, a través del soma y para el soma; debes trabajar también la psique por la psique y, a través del soma, sobre la psique.

Por tanto, los aspectos psicológicos son muy explícitos en nuestro sistema. Cuando te hallas bajo emocionalmente, se te proporciona un ciclo completo de posturas. ¿Porqué? Si las posturas son físicas, entonces, no tendrán efecto alguno sobre tus emociones. Pero si estas decaido emocionalmente, deberás hacer Viparita Karani, Viparita Dandasana y Setu Bandha Sarvangasana. Si solo se tratase de posturas físicas, no tendrían efecto alguno sobre tus emociones. ¿Pero, cómo es que lo tienen? Todas las asanas poseen estas dos direcciones, una psicológica y otra mental. No se trata de nada nuevo para los estudiantes de Iyengar.

En occidente vemos gran cantidad de personas diferentes que acuden como principiantes a nuestras clases; pero a veces algunos han estado practicando meditación durante años y tienen problemas o experiencias extrañas.
Si. tiene su explicación: cuando hacían meditación, no hacían lo que tú haces y, sin embargo, dicen que han hecho meditación. Han violado los principios del Asthanga Yoga. Se trata de una penetración en los aspectos más elevados del yoga, una entrada no cualificada en la meditación. Es una infiltración en la meditación. Es un tabú —se supone que no han estado meditando. Lo han hecho así y ahora pagan por ello. Por eso digo que si se efectúa una práctica desviada, se obtendrán efectos negativos. Porque has cometido una equivocación, se trata de un error. No es ignorancia. Supongamos que entras en un laboratorio y haces algo que te produce un daño. Es totalmente tu culpa, pues siendo un ignorante no debes entrar en el laboratorio y ponerte a tocar lo que hay dentro. Si tomas ácido de una botella, lo derramas en tus manos y se te queman, no es culpa del ácido, es tu ignorancia y tu culpa. No debes entrar en el laboratorio y tocar lo que hay dentro. Esto significa que actúas en contra de la ciencia y quieres que la ciencia sea segura. Cuando actúas con la ciencia no hay problema de seguridad. Los problemas pueden sobrevenir cuando no actúas con la ciencia. Si tienes suficiente suerte, puedes librarte. Por eso existen las medidas de seguridad, y particularmente en relación a la cantidad de acceso a los aspectos sutiles en tu interior. Las medidas de seguridad en el sistema son increíbles.
[5] Hatha Yoga Pradipika II.15.
[6] Yoga Sutra II.48: "A partir de entonces, el sadhaka no es perturbado por las dualidades”. B.K.S. Iyengar, Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali.

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¡Una cosa más!

¿Cómo sacas el pecho? ¿Te has preguntado esto alguna vez? ¿Nunca sacas el pecho? No puedes sacar el pecho. La acción no se sitúa en el pecho. Cuando el profesor dice: “sacad el pecho”, no actúas sobre el pecho, actúas en la espalda. Ahora, separa las costillas en la zona de la espalda. Sin dejar que se junten, ¡saca el pecho! ¿Puedes hacerlo? No ¿Porqué? Una cosa es la espalda y otra el pecho. Ahora junta las costillas en la zona de la espalda y hunde el pecho. ¿Puedes hacerlo? ¿Porqué no? El profesor dice: “hundid el pecho”; y tienes que preocuparte por tu pecho. Existen técnicas indirectas y técnicas directas. Hay un proceso, cuando sacas el pecho, no lo sacas directamente. Se inicia alguna otra cosa. Finalmente el pecho sale como una consecuencia. No es la causa. Cuando el profesor dice: “sacad el pecho”, se supone que no sacas el pecho, se supone que mueves la espalda. Todas estas percepciones surgen cuando tienes esta reflexión en tu práctica. “¿Realmente estoy sacando el pecho?”. Todos los profesores dicen: “sacad el pecho”. Pero tú no puedes sacar el pecho. No lo sacas. Nunca puedes sacarlo. Tienes que trabajar solo en la espalda.

Por tanto, el ajuste es un proceso que se descubre al practicar con discernimiento. A veces ves una película en cámara lenta. ¿Para qué? De esta forma puedes ver con claridad lo que ha sucedido. ¿Porqué no comprender el lento movimiento de tu ajuste? ¿Cómo ajustas? ¿Qué es lo que implica un ajuste? Ajuste no es por tanto un Big Bang, no debe ser un Big Bang. Debe ser un proceso. Si es un proceso, comprenderá todos sus niveles. ¿Cuántas cosas están implicadas? ¿Cuál es el orden secuencial en que se desarrolla todo el proceso? Y la inteligencia en la práctica, en las posturas, aparecerá ciertamente cuando actúes con reflexión, con discernimiento; y esto solo será posible cuando se lleve a cabo una gestión del esfuerzo.

Todos creemos que el Yoga Iyengar es un trabajo muy duro. Por desgracia, estas en un camino equivocado. ¡El Yoga Iyengar no es un mal negocio! La creencia de que hay que trabajar duro es errónea. Crees que debes transpirar. Tienes que transpirar pero no creas que esto solamente es el Yoga Iyengar. Transpirarás como parte de un proceso, en las etapas de aprendizaje, o fuera del proceso de hacer para aprender. Pero no creas que transpirar es el Yoga Iyengar.

Cuando has estado viendo a Guruji, sus demostraciones, su elegancia, ¿podrías afirmar que esta fatigado por ello? Has visto que puede hablar normalmente después de una demostración, que esta relajado. No finaliza como un boxeador después de un asalto. ¿Porqué no miras en su práctica todas estas cosas y luego intentas definir lo que es el sistema? Entonces comprenderás que todo lo que estoy diciendo esta dentro del sistema, hay que investigarlo. Realmente, todo está en la superficie; estas en el camino equivocado porque te ves arrastrado por sus posturas. ¿Cómo hace Trikonasana?, ¿cómo hace Vrchikasana?, ¿cómo hace Kandasana?, ¿cómo hace esto y aquello? Estas arrastrado por algo y no ves como esta haciéndolo. En las posturas difíciles, cuando las está actuando, ¿actúa igual que tu cuando haces Viparita Dandasana en clase? ¿trabaja igual en la cara, mandíbulas, dientes y ojos? Si no lo hace, ¿cómo es que no lo hace?, ¿Y porqué no lo hace? El puede dar la impresión de “estar haciendo una postura difícil”. Puede también apretar las mandíbulas, cerrar los ojos con fuerza y mostrar a la gente que se trata de una postura muy difícil, para hacerles entender que no es algo sencillo. ¡Puede hacer eso! La gente dirá: “ciertamente es algo muy difícil”. Incluso aplaudirán. Otra cosa es que no hace eso para mostrarte que es sencillo, sino que lo hace de una manera natural. Él es natural en su práctica. Es natural en su demostración. Eso es lo que puedes ver en su rostro, lo que deberías ver en su rostro.
Así es como surge la elegancia. La elegancia no aparece como un mal negocio. Pues, en otro caso, todo sería elegante; trabajar muy duro, picando piedra ocho o diez horas diarias no es ser elegante. ¿Es que para ser elegante solo hay que trabajar duro? Eso no es el trabajo duro. Trabajar duro es trabajar integrado. Y necesitas trabajar duro porque en tu proceso de aprendizaje, como ya he comentado, tendrás que avanzar de nivel en nivel.

Tendrás que luchar. La lucha está ahí, pero no se trata solo de luchar. Por tanto, tu práctica debe dividirse: esta es la vía de la lucha y esta otra la de la reflexión; ambas deben combinarse y practicarse una al lado de la otra. ¡Y cuando se integren, todos os transformaréis en B.K.S. Iyengar y no vendréis a mí! Cuando esto se integra, ya no hay dudas. Pero, hasta entonces, debes ver estos dos caminos ahí, en tu práctica. El aspecto del esfuerzo y el de conservación. Acción y reflexión.
Y a medida que se madura, se aproximan cada vez mas; en algunos puntos se combinan y esto te proporciona la flor y nata de la asana. Entonces comprenderás que la elegancia está ahí. En todos los niveles, la elegancia estará ahí; no esperes a convertirte en B.K.S. Iyengar, para conseguir elegancia. Puedes obtener la elegancia en cada nivel.

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Robar los ajustes

Has dicho: “tenéis que robar los ajustes”. ¿Puedes explicar este vicio o virtud?
Si. Hay varias cosas. Digo “robar los ajustes”, porque habéis oído decir a Guruji: “para mover una parte, hay que moverlo todo; para mover una parte, hay que obtenerlo todo”, y solo haréis esto cuando estéis robando. Si haces algo muy manifiestamente, “sacad el esternón”, y sacas el esternón, ¡implicas a tantas partes! ¿Comprendes la diferencia entre sacar el esternón en Tadasana y sacarlo en Ujjayi Pranayama? Puedes intentar dar un salto en Tadasana para sacar el esternón; pero no puedes dar un salto mientras estas sentado en Ujjayi Pranayama. ¿Porqué lo haces así? ¿Cómo levantas el esternón sentado en pranayama? Lo haces de forma delicada, robas. Robas el ajuste. Robas el ajuste de tal forma que las otras partes no se enteran. No solo no son molestadas, es que ni siquiera saben que se levanta el esternón. ¿Qué supone esto? Cuando tratas de hacer algo sin que se enteren los demás, se trata de un robo. Y esto debes desarrollarlo en tu práctica. Cuando haces asanas, el ajuste no es brusco, es un proceso, porque hay muchas cosas implicadas. Nuestro cuerpo es como un sistema entrelazado.

¿Sabes lo que es un “sistema entrelazado”? Un sistema entrelazado es como el cordón de los zapatos. Si mueves el cordón por un agujero, lo mueves por todos. No puedes mover el cordón solo por un agujero. Si lo mueves muy suavemente, aunque solo sea por un agujero, lo estarás moviendo igualmente por todos. Así, en el cuerpo, si haces algo en algún sitio, creas movimiento por todas partes. El cuerpo es un sistema entrelazado. Si trabajas en el sistema respiratorio, influencias otros sistemas; si trabajas en el sistema digestivo, influencias otros sistemas. En asana, no puedes decir sencillamente: “estoy trabajando solo en el sistema respiratorio, el óseo o el muscular”. No puedes hacerlo así. Trabajas en todos los sistemas.

Cuando haces un ajuste, sin embargo, debes ser consciente de esto. En cierto aspecto, parece que no se afectan otras partes y también se mueven todas las partes. Debes ser prudente. El ajuste no debe ser un “Big-Bang”. El ajuste es un proceso y por tanto, deberías robarlo, como un ladrón. ¿Sabes en qué consiste robar? El ladrón es prudente. Dije en clase que si tienes diez mil rupias en el bolsillo derecho, estarás pendiente de ellas todo el tiempo, tu mente estará allí todo el tiempo. Pero, más aún, tienes que ser un carterista. Y un ladrón, cuando trabaja, es consciente de toda la gente que hay alrededor. Tiene cuidado de que nadie se dé cuenta, de que nadie sepa que está robando y así es como roba. Así es como deben hacerse los ajustes. Son ajustes robados.

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Organización del esfuerzo

Mientras hablas es muy fácil entenderlo, pero cuando practicas creo que esa mente reflexiva es como un don, unas veces se te concede y otras no. Cuando no tenemos esa mente reflexiva, hay una especie de lucha. ¿Cómo se puede hacer para tenerla?
Si, desde luego es algo que tiene que surgir. He explicado los fundamentos para lograr un estado sin esfuerzo, con el cual estarás cualificado para la reflexión. A menos que logres un estado sin esfuerzo no estarás dispuesto para la reflexión. A menos que alcances un estado sin esfuerzo no podrás obtener un estado reflexivo; esto es algo que debes comprender.

Si no cesa el esfuerzo, el lago de la mente no estará quieto; si el lago no está quieto, no puedes obtener reflexiones sin distorsión. El agua se perturba constantemente; por tanto, no puedes obtener reflexiones. Hay un sencillo ejemplo que he expuesto varias veces en clase: Janu Sirsasana. Dado que eres un estudiante serio, intentas avanzar, ir hacia la máxima posición esforzándote al máximo. ¿Qué se supone que tienes que hacer a continuación? ¿Puedes mantener Janu Sirsasana disminuyendo la fuerza motriz de bíceps, tríceps y hombros? Janu Sirsasana no tiene por objeto trabajar bíceps, tríceps y deltoides. Hay cientos de posturas si quieres desarrollar deltoides, bíceps y tríceps. Janu Sirsasana no está diseñada para tus bíceps, pero cuando la estáis haciendo, todos utilizáis bíceps y tríceps.

Por tanto, analiza cuanto esfuerzo es preciso para obtener “la mejor” Janu Sirsasana, en ese preciso momento, y ahora podrás disminuir tu esfuerzo y mantener todavía Janu Sirsasana. Algunas veces serás capaz de llevar a cabo este proceso; el esfuerzo será menor, la tensión física del cuerpo bajará poco a poco, pero el nivel de la postura no disminuirá. Esto es así solo durante un tiempo concreto. Luego, el nivel de la postura comienza a retroceder. No hay que pararse aquí. Nuevamente hay que volver a alcanzar el punto anterior: he bajado un 10% del esfuerzo, pero la postura solo ha perdido un 8% de efectividad; el saldo es positivo aún. Nuevamente disminuyo otro 10% el esfuerzo y pierdo solo un 7% de efectividad; todavía vuelvo a recuperarme. Pero cuando pierdes un 10% y la postura también pierde un 10%, entonces hay que parar, no hay que disminuir mas el esfuerzo.

A medida que maduras la postura, obtienes un nivel más avanzado —todavía puedes disminuir el esfuerzo sin bajar el nivel de la postura. Esta es una forma. Así pues, concéntrate en retirar toda fuerza muscular superflua —puede que estés utilizando las mandíbulas o los dientes en algunas posturas. Quizás haces esfuerzos innecesarios; puedes hacerlo sin apretar las mandíbulas. sin tensar las sienes, sin endurecerlas. En consecuencia, aprender a analizar, tienes que ponerte a ello completamente, sinceramente, y empezar a aflojar; este es un camino.

El otro método es iniciar la postura al nivel intermedio de Janu Sirsasana, por ejemplo, y permanecer vigilante. Si permanezco, digamos 10 unidades, ¿puedo estar más de 10 unidades en la postura?. Esto es matemáticas. Igual que los perezosos o los que no quieren trabajar, que intentan eludir responsabilidades, hay que evitar trabajar, hay que liberarse del trabajo lo antes posible. Ponen a algún otro en su lugar o se escapan cuando surge el trabajo. De igual forma, deberías preguntarte: “¿tengo que hacer esto?, ¿puedo lograr un nivel de Janu Sirsasana utilizando menos esfuerzo del que he estado utilizando estos días? Es una especie de regateo. Igual que regateas cuando compras —quizás no en vuestro país, incluso en este país se ha perdido la costumbre; las etiquetas están ahí y no se puede regatear. Pero regateas. En cualquier caso, la cosa es que puedes regatear, empezando desde un nivel inferior y poco a poco ir hacia un nivel intermedio manteniendo el mismo esfuerzo.

Algunas veces, tendrás que efectuar toda tu práctica de esta forma. Esta es la fase de consolidación: “¿puedo mejorar la postura con menos esfuerzo?, o ¿puedo intensificar la postura sin hacer más esfuerzo?”. A veces es posible.

Empujas y tiras de forma innecesaria, donde no es preciso. No creas que está justificado emplearse al máximo en las posturas, pues si te empleas al máximo en Janu Sirsasana no podrás efectuar flexiones más difíciles hacia delante, a causa de haberte empleado a fondo en Janu Sirsasana. Cuando te implicas al máximo, te quedas apegado a la postura. Si Paschimottanasana requiere diez veces más energía, no la tendrás. No la tendrás porque habrás utilizado toda la energía para Janu Sirsasana; es decir, el 100% de energía. Es decir, aun suponiendo que Paschimottanasana requiera dos o tres veces más energía que Janu Sirsasana, no tendrás energía suficiente y no podrás efectuar Paschimottanasana. Debes saber que quizás tu concepto de que Janu Sirsasana requiere el 100% de energía puede ser erróneo. Quizás no requiera tanta. No creas que eso es lo correcto; se trata de una tontería. Utilizar toda nuestra energía para todas las posturas no es lo correcto, porque algunas posturas son menos complicadas y otras son más complicadas. Hay una gran diferencia entre los esfuerzos requeridos para Trikonasana, Utthita Parsvakonasana, Sirsasana y Parivrtta Parsvakonasana. Así, si te esfuerzas al máximo en Trikonasana, no podrás esforzarte al máximo en Parivrtta Parsvakonasana. No es correcto esforzarse al máximo en Trikonasana; deberías saber cuánto esfuerzo requiere; pues, todo lo demás, todo el esfuerzo extra, va a ser innecesario.

Supongamos que quieres ir al mercado y comprar algo, quizás diez o quince kilos de vegetales. ¿Eres inteligente como para llevar un carrito que pueda transportar quince kilos de vegetales?, ¿serán suficientes las dos manos? No es inteligente llevar un carrito de veinte o treinta kilos de resistencia. ¿Porqué no te preguntas en tu práctica si estas llevando un carrito adecuado para transportar solo diez o quince kilos? Esto es organización del trabajo, lo cual es muy esencial, y te ayudará a gestionar la eliminación del esfuerzo. En otro caso, nunca lograrás la postura. Cuando estas practicando, por ejemplo Janu Sirsasana, la forma de aprender es: “¿cuánto esfuerzo necesita?, ¿cuánto esfuerzo utilizo?, ¿cuánto esfuerzo puede utilizarse?”. Cuando respondas estas cuestiones, debes optar finalmente por: “¿cuánto esfuerzo debería utilizar?”, y no “¿cuánto esfuerzo puedo utilizar?”.

Supongamos un levantador de pesas que puede levantar 300 kilos y esta intentándolo en el campeonato mundial. Si le pones ahora solo 5 kilos, ¿levantará el peso de la misma forma? Y si lo levanta de la misma forma, ¿será inteligente o estúpido?

Tiene que existir una gestión del esfuerzo. Por tanto, averigua cuanto requiere una postura y si es preciso utilizar fuerza extra. Si llegas a mitad de la espinilla en Janu Sirsasana y aumentas el esfuerzo, nunca irás mas allá de los pies. ¿Porqué tienes que ejercitarte tanto?, ¿porqué tanto esfuerzo? Por eso es por lo que digo: “si te empleas al máximo, estarás en el límite”, lo cual no es lo previsto.

Cuando comprendes las matemáticas que se hallan implícitas, llegas a desarrollar una facultad reflexiva, la esencia de las matemáticas, “no necesito tanto, esto está disponible, esto se necesita, esto se aplica” y “¿cuánto más puede aplicarse?, ¿cuánto menos puede aplicarse?, ¿cuánto puede efectuarse?” Las matemáticas penetran en tu mismo ser, en tu mismo cuerpo, y te das cuenta de que: “no necesito tanto esfuerzo, ¿estoy aplicándolo de forma superficial?, o estoy usándolo deficientemente?” No puedes hacer grandes progresos en un momento determinado. No puedes mejorar Janu Sirsasana mediante saltos y accesorios en un solo día —esto puede llevar de seis meses a un año. Por tanto, ¿porqué tienes que hacer tanto en un solo día? Aprende a conservar el esfuerzo.
Prayatna saithilyam (la relajación del esfuerzo) es lo principal de asana; debes intentarlo, en cualquier nivel de la postura: “¿puedo disminuir el esfuerzo? Este es el hábito que debes desarrollar durante la práctica de las asanas. Este es el principal concepto dado por Patañjali. Has visto a Guruji practicando; puede permanecer largo tiempo con comodidad. Esto se consigue tras una práctica ferviente y una constante disminución del esfuerzo.

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Actuar inteligentemente y actuar pensativamente

Tu distingues entre “actuar inteligentemente” y “actuar pensativamente”. ¿Puedes explicarlo?
En el proceso de aprendizaje hay un pensamiento: “¿cómo podría hacer más?, ¿dónde podría hacer más?, ¿cuándo debería hacer más?, ¿cómo hacer más?”. Estas pensando incluso durante el aprendizaje. Por eso es por lo que afirmo que “actuar inteligentemente” y “actuar pensativamente” son dos cosas distintas.

Cuando estas haciendo Trikonasana inteligentemente, te preocupas siempre por los pies, los dedos, los tobillos, las partes superior e inferior de la pierna. Estas constantemente pensando: “he actuado aquí, he actuado allí”, desde los dedos gordos de los pies hasta las puntas de los dedos de las manos. Hay millones de puntos y tú sigues cuestionando esos millones de puntos, moviéndote constantemente de articulación en articulación, de músculo en músculo, de hueso en hueso, eso es “actuar inteligentemente”. No es “actuar pensativamente”. “Actuar pensativamente” es un estado reflexivo. “Actuar inteligentemente” es un estado pensativo, no un estado reflexivo.

Cuando estas aprendiendo, tienes que pensar, no lo haces sin pensamiento. Tienes que pensar mientras aprendes. En clase, cuando te enseñan, deberías pensar también en lo que se está diciendo y en cómo puede llevarse a la práctica. Si el maestro dice: “sacad el esternón”, debes saber cómo sacar el esternón, qué es lo que hay que hacer para sacar el esternón. Por tanto, tienes que haber pensado también en ese caso. Pero se trata de un proceso de pensamiento diferente; es un proceso de pensamiento mas mecánico, relacionado con la actividad mecánica.

Se relaciona con la actividad psicológica cuando hay reflexión, cuando se trata de actuar pensativamente. En cualquier caso, básicamente la práctica se divide en dos partes: aprendizaje y consolidación. Y cuando aprendes, cuando practicas para consolidar estas madurando y alcanzas lo mejor de la postura. Todos los niveles de una postura tienen algo que ofrecer. No creas que solo cuando llegas a la postura final es cuando se logran los beneficios. No.

En cada nivel, las asanas tienen algo que ofrecer. Incluso si estas en Janu Sirsasana y no eres capaz de llevar la cabeza a las piernas, la postura aún tiene algo que ofrecer. No creas que en Janu Sirsasana todo tu cuerpo tiene que estar plano sobre la pierna mientras te sujetas con las manos en algún lado para obtener beneficios. No esperes hasta que alcances el “nivel B.K.S.” de la postura para lograr sus frutos, porque el fruto puede alcanzarse en cualquier nivel. No tienes que esperar a alcanzar el nivel de perfección de las asanas de “Light on Yoga” para lograr el fruto. El fruto madura en cada nivel. Intenta probar ese fruto en cada postura, en cada nivel.

Práctica de alta tecnología



Algunas personas practican una serie demasiado exigente; se diría que no están preparadas para esa práctica. Necesitan que les des ánimos.
Si, esto depende de la personalidad de los estudiantes. Cuando vienen solo a unos pocos seminarios, esperan que tu les empujes, que tires de ellos, les gires y les ayudes a levantar. Eso es lo que esperan. Bueno, esa es su forma de ser; hay que hacerlo lo mejor posible ayudando cada uno individualmente. Pero si crees que pueden mejorar, que pueden titularse, entonces hazlos autosuficientes.

En la práctica, todo esto se basa en un sutra que trata del dominio en asana [3]. ¿Qué es dominio? No es lucha constante; es madurez. Debe haber madurez; debe haber cesación de esfuerzo. ¿Y qué puedes esperar cuando eres experto en algo? Esperas ser capaz de obtener lo mismo con menos esfuerzo. Eso es dominio. Por tanto, ¿cuándo aprendemos a hacer la postura con menos esfuerzo? No lo hacemos. Todos hacemos más de lo debido. Siempre ponemos más esfuerzo de lo debido en las posturas. Nunca nos preocupamos en pensar: “¿puedo hacer la misma postura con menos esfuerzo?”. Eso es “práctica de alta tecnología”.

Habéis visto a Guruji varias veces. Esta sobre un soporte, o sin él, en Viparita Dandasana durante quince minutos, veinte minutos, o incluso media hora. ¿Pensáis que está luchando durante media hora? Si luchase durante media hora, no podría estar así esa media hora. Preguntadle, o contemplad su media hora de Viparita Dandasana, mirad como lo hace y luego puede que digáis: “voy a hacerle una fotografía en Viparita Dandasana”. Cuando está haciendo Viparita Dandasana, en un instante concreto, en solo la dieciseisava parte de un segundo, ¿qué es lo que pasa?
Si habéis visto a Guruji, los detalles mencionados anteriormente se hallan ahí. Por eso dije anteriormente que debía existir percepción; si la percepción varía, serás una persona distinta a cada momento. Cuando Guruji practica, cuando permanece media hora en una postura como Viparita Dandasana, una postura complicada, ¿crees que está continuamente manipulando, haciendo y haciendo? Al principio actuará de forma dinámica hasta alcanzar la postura, pero una vez lograda, ¿está continuamente ajustando durante la media hora, o permanece quieto unos minutos hasta el siguiente ajuste? Imagina, cuando hacemos Viparita Dandasana en clase, durante aquel par de segundos, como máximo un minuto o algo parecido. Constantemente decimos: “haz esto, haz aquello, levanta aquí, estira allí”, etc.
Y así es como lo está haciendo también Guruji, al inicio de la postura, al comienzo: levanta aquí, estira allí, abre aquí, etc. ¿Crees que si permanece durante media hora, estará continuamente haciendo esto? Simplemente: contempla solo cómo esta, cómo actúa, y te asombrarás.
¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que hace, si está haciendo algo, o si, por el contrario, esta no-haciendo? ¿Te lo has preguntado alguna vez? Puede permanecer así, porque esta no-haciendo. Si estuviese haciendo, su boca estaría extenuada, sus mandíbulas estarían extenuadas —y no puedes imaginarte cuánto utilizas las mandíbulas en Viparita Dandasana, los dientes y las mandíbulas, la cara. Si tratas de permanecer durante media hora en el Viparita Dandasana que haces en clase, nunca más lo intentarás. En un solo segundo, observa como endureces el rostro, el cerebro, las mandíbulas, los dientes, los ojos; ¡cuántas cosas haces!. Ahora, imagina que haces eso mismo durante treinta minutos. ¿Podrás aguantarlo? ¿Durarás treinta minutos?
¿No te has preguntado si, cuando Guruji permanece así, en lugar de actuar, se halla en un estado de no-actuar?
¿Cuál es el sutra que explica esto?
Son los sutras sobre asana, en el segundo capítulo. Hay tres sutras sobre asana [4] y uno de ellos dice: "Prayatna saithilya ananta samapattibhyam". Prayatna saithilya: cesación de los esfuerzos excesivos mediante la reflexión, o la meditación en el infinito. Por tanto, si pretendes estar meditativo en una postura, no debes apretar mandíbulas y dientes. Tu cerebro no debe estar tenso y duro.

Así, cada postura, independientemente de su complicación, tiene su propio nivel de relajación. Debes alcanzarlo. No todas las posturas tienen el mismo nivel de relajación, puesto que puedes relajarte más en Halasana que en Viparita Shalabhasana. ¿Sabes lo que es Viparita Shalabhasana? Viparita Shalabhasana es justamente la inversa de Halasana, te tiendes sobre el estómago y llevas las piernas por encima de la cabeza. Por tanto, tiene su propio nivel de relajación; no puedes decir: “estoy tan relajado como en Sarvangasana o Halasana”. No es la misma relajación, pero cada postura tiene su nivel de relajación. Vrchikasana tiene su propio nivel de relajación.

Tanto Swastikasana como Vrchikasana son posturas en las que debes relajarte, pero sus niveles son distintos. Esto no significa que en Vrchikasana tengas que morderte los labios y apretar las mandíbulas porque se trate de una postura difícil. En todas las posturas tienes que lograr “comodidad”, y solo puedes lograr comodidad cuando eres maduro, cuando no hay aprendizaje. Cuando estas aprendiendo, te encuentras torpe; cuando estas torpe, hay una super-combustión. Cuando estas aprendiendo generas calor en el cuerpo. ¿Recuerdas aquellos días en que estabas aprendiendo una serie, lo tenso que estabas? ¿Estas tan tenso ahora cuando haces la misma serie? No. Porque has madurado. Si te preguntan: “¿qué puedes hacer para lograr el equlibrio?”, no puedes responder. Pero entonces, ¿porqué te caes diez veces cuando estas aprendiendo? Eso es madurez. Si haces siempre la práctica como si estuvieses aprendiendo una serie, entonces te caerás siempre, siempre te lesionarás y estarás en tensión.

[3] Yoga Sutra II.47: "Se logra la perfección en asana cuando el esfuerzo por realizarla se torna no-esfuerzo y se alcanza el ser infinito interior”. B.K.S. Iyengar, Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali.
[4] Yoga Sutra II.46: "Sthira sukham asanam". - "Asana es firmeza corporal perfecta, estabilidad de inteligencia y benevolencia de espíritu”. Yoga Sutra II.47: "Prayatna saithilya ananta samapattibhyam". - "Se logra la perfección en asana cuando el esfuerzo por realizarla se torna no-esfuerzo y se alcanza el ser infinito interior”. Yoga Sutra II.48: "Tatah dvandvah anabhighatah". - "A partir de entonces, el sadhaka no es perturbado por las dualidades”. B.K.S. Iyengar, Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali.