RESPIRACION
La magia del Prana o energía vital.
La mayoría de las personas utilizan solamente una parte de su capacidad pulmonar cuando respiran. Lo hacen muy someramente y emplean una pequeña parte de su caja torácica. Sus hombros aparecen caídos, tienen dolor producido por la tensión en la parte alta de la espalda y en el cuello, y generalmente padecen de falta de oxígeno. Se cansan con facilidad y desconocen el porqué.
Especialmente las mujeres respiran pobremente, y con frecuencia no utilizan su diafragma de una forma adecuada. Usan una ropa interior que coarta la libertad de movimiento de la parte alta del abdomen y del pecho. Utilizando solo la parte alta o media de los pulmones, tratan de obtener oxígeno suficiente para suplir las necesidades de todo el cuerpo. Cuando se les dice que relajen el diafragma y lo dejen moverse libremente al respirar, no saben cómo hacerlo.
Normalmente respiramos sin esfuerzo aparente unas 18 veces por minuto, 1.080 veces a la hora, 25.920 veces al día. Cuanto más aire exhalamos, más aire podemos inspirar. A la cantidad inspirada, que se puede medir con un instrumento llamado espirómetro, se la denomina capacidad vital.
Un proceder precavido y un ahorro de la respiración pueden constituir una ayuda práctica diaria, tonificándonos y contribuyendo a mejorar nuestra salud y nuestra vitalidad. Aumentar la capacidad vital es el propósito de toda disciplina respiratoria.
Si se cansa con facilidad al subir las escaleras, intente lo siguiente: mantenga los hombros relajados, inspire al subir los dos primeros escalones y espire en los dos siguientes. Con un ritmo de dos al inspirar y dos al espirar podrá subir toda la escalera sin que al llegar arriba le falte el aliento. Acelerando rítmicamente la respiración al subir, expulsamos una mayor cantidad de dióxido de carbono y tomamos un mayor suministro de oxígeno, experimentando así menos fatiga.
Lo que la mayoría de nosotros necesita hoy día es un programa de respiración que nos pueda ayudar en nuestros despachos o lugares de trabajo. La tensión e incluso la depresión se pueden eliminar por medio del siguiente ejercicio: junte los hombros tanto como pueda sin tensión y espire suave y profundamente. Deténgase y luego inspire con una profunda, lenta y suave respiración hasta llenar cómodamente los pulmones. Espire lentamente a través de la nariz con un largo suspiro sin alterar la posición de los hombros. Repítalo una docena de veces y desaparecerá la depresión. De este modo, se estimula el cerebro y se alivia la tensión nerviosa proporcionando a este un mayor suministro de oxígeno vivificador.
Hay tres tipos básicos de respiración:
• Respiración clavicular: la más superficial y la peor de todas. Durante la inspiración, los hombros y las clavículas se levantan mientras se contrae el abdomen. Por ello, es necesario un máximo esfuerzo para obtener muy poco aire.
• Respiración intercostal: se lleva a cabo con los músculos de las costillas, que expanden la caja torácica. Es también una respiración incompleta.
• Respiración abdominal profunda: es la mejor, ya que lleva el aire a la parte más baja y ancha de los pulmones. La respiración resulta lenta y profunda, y se usa de manera adecuada el diafragma.
Pero ninguno de estos tipos de respiración es, aun así, completo. La respiración completa yóguica combina las tres. Comienza por una respiración profunda y continúa con la inspiración a través de las zonas intercostal y clavicular.
Para comprender la respiración diafragmática adecuada, túmbese en el suelo con ropa suelta. Coloque una mano sobre el abdomen, donde se encuentra el diafragma. Inspire y espire lentamente, moviendo el abdomen. Este debe salir hacia fuera al inspirar y contraerse al espirar. Trate de sentir este movimiento de expansión y contracción. Inspire ahora lentamente, manteniendo el abdomen fuera; seguidamente, deje que se llene de aire la zona intercostal y, finalmente, la parte alta de los pulmones, levantando ligeramente los hombros. Luego, espire de la misma manera, dejando que el abdomen se contraiga al espirar. Esta es la respiración completa yóguica.
Quienes habitan en las ciudades pueden alargar sus vidas aprendiendo a respirar correctamente, incluso a pesar de que el aire sea menos puro. Los ejercicios de respiración adecuada estimulan el flujo sanguíneo al corazón y previenen ciertas enfermedades cardíacas por el aumento de la cantidad de oxígeno inspirado por unidad de tiempo. Todos estos factores son esenciales para una vida larga. El exceso de fatiga producido por el ejercicio violento únicamente sirve para arruinar los músculos del corazón y producir una acumulación de dióxido de carbono. Mientras el corazón puede aguantarlo indefinidamente, los músculos de los miembros se cansan enseguida. Los ejercicios yóguicos ayudan al corazón en su trabajo, ya que mejoran la técnica de la respiración y, por lo tanto, también de la absorción de oxígeno.
La mayor parte de los adultos no son capaces de absorber la cantidad necesaria de oxígeno, y quienes fuman inhiben aún más este proceso. La nicotina y el alquitrán producen un revestimiento en las delgadas membranas de los alvéolos y obstruyen el libre paso del oxígeno a la sangre. Además, algunos de estos alvéolos se rompen debido a la nicotina y al alquitrán caliente. Una vez rotos, el aire rancio queda atrapado e incluso la más ligera fatiga física produce agotamiento por la falta de oxígeno. Hasta que no se expulse el aire atrapado y se haya introducido aire fresco, no hay modo alguno de corregir este problema, generando enfermedades como el enfisema, EPOC, asma, etc.
Sin embargo, por medio de la respiración profunda se podrían rellenar de aire fresco muchos de nuestros alvéolos inutilizados, e incluso una persona con enfisema podría llevar una vida normal. ¿Cómo sería posible? La naturaleza ha provisto al hombre de más alvéolos de los que normalmente necesita para una emergencia.
Se estima que la masa esponjosa de los pulmones contiene alrededor de 600.000 células de aire, con una absorción de oxígeno equivalente a una superficie de unos 20.000 m2. Los pulmones no son suficientes por sí mismos para mantener la vida durante mucho tiempo. Es necesario renovar el aire, lo cual se hace por medio de la respiración, expulsando el aire rancio o introduciendo aire fresco. Cuanto más aire gastado se expulsa, más aire fresco se puede absorber. Por eso es tan importante una respiración profunda, ya que introduce un máximo de aire fresco en toda la superficie de los pulmones.
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