domingo, 12 de septiembre de 2010

Cuando se te abran los ojos, verás cómo todo cambia, que el pasado está muerto y el que se duerme en el pasado está muerto, porque sólo el presente es vivo si tú estás despierto en él.

Experimenta la realidad, ven hasta tus sentidos. Eso te traerá hacia el ahora. Eso te traerá a la experiencia. Es en el ahora donde se encuentra a Dios.

Se dice que un gran sabio le dijo a un emperador romano: “Cuando llegue el día de tu muerte, morirás sin haber vivido.”

Despertemos para que esto no sea nuestro epitafio.


Obsérvate a ti mismo. A medida que te observes, no sólo mentalmente, sino como un observador imparcial, dejarás tu existencia mecánica y de marioneta.


Sólo hay vida en el presente, y vivir en el presente supone dejar los recuerdos, como algo muerto, y vivir las personas y los acontecimientos como algo nuevo, recién estrenado, abierto a la sorpresa que cada momento te puede descubrir.





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