domingo, 12 de septiembre de 2010

Mas de que necesitas para ser feliz???

Para despertarse, el único camino es la observación. El irse observando uno a sí mismo, sus reacciones, sus hábitos y la razón de por qué responde así. Observarse sin críticas, sin justificaciones ni sentido de culpabilidad ni miedo a descubrir la verdad; es conocerse a fondo.

Si tienes problemas es que estás dormido. La vida no es problemática. Es el yo (la mente humana) el que crea los problemas.


Cuestiónalo todo y saca la realidad que hay detrás de los cuestionamientos. El día en que sientas el vacío de quedarte sin nada a qué agarrarte, ¡buena señal! Entonces ya puedes comenzar a construir con realidad.



El yo no está bien ni mal, no es bello ni feo, inteligente ni estúpido. El yo es, simplemente. Indescriptible, como el espíritu. Todas las cosas —como tus sentimientos, pensamientos y células— vienen y van. No te identifiques con ninguna de ellas. El yo no es ninguna de ellas.


La espiritualidad es, en verdad, una cuestión de ser quienes somos, de transformarnos en lo que somos, de ver quiénes somos.



La espiritualidad es la que intenta solucionarte. Busca solucionar el problema del yo, que es el que está generando los problemas que te llevan al psicólogo y al psiquiatra. La espiritualidad va directamente a la raíz, a rescatar tu yo, el auténtico, que está ahogado por barreras que no lo dejan ser libremente.



Si sintieras o miraras, o te sentaras y tomaras contacto contigo mismo, llegarías al silencio; y las cosas te serian reveladas…


Para ser como Jesús, has de ser tú mismo, sin copiar a nadie, pues todo lo auténtico es lo real, como real era Jesús.


¿Sabes lo que significa

no sentirse

nunca más molesto ni receloso?



Santa Teresa dijo

que Dios le concedió el don de desidentificarse de sí misma

y poder ver las cosas desde afuera.

Éste es un gran don

pues el único obstáculo y raíz de todo problema es el yo.

Vivir desidentificados es vivir sin apegos, olvidados del ego,

que es el que genera egoísmos, deseos y celos,

y por el cual entran todos los conflictos.



Repite: "Yo no soy nunca la imagen que tengo de mí mismo ni la que tienen los demás de mí. Yo soy, y el ser no cabe en nin­guna imagen porque las trasciende todas."

"Yo no soy esto ni aquello. Suceda lo que suceda, no perderé mi verdadero yo."


Todo cambio auténtico se efectúa sin esfuerzo alguno. La per­sona humana tiene unas energías fabulosas en reserva, para cuando necesita ponerlas en marcha. ¿Qué cambios harías en tu vida?



Si quieres llegar algún día a la unión con Dios, debes comenzar por el silencio.


Espiritualidad es estar despierto. Desprenderse de las ilusiones.

Espiritualidad es nunca estar a merced de acontecimientos, cosa o persona alguna.

Espiritualidad es haber hallado la mina de diamantes dentro de ti. La religión se destina a guiarte hacia eso.

Tú no necesitas un libro mágico, un gurú carismático, rituales primitivos. Sólo necesitas tus cinco sentidos. Obsérvate a ti mismo, tu cuerpo y tu mente. En ellos encontrarás todo lo necesario, además de los recursos que Dios te dio.













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