¡Una cosa más!
¿Cómo sacas el pecho? ¿Te has preguntado esto alguna vez? ¿Nunca sacas el pecho? No puedes sacar el pecho. La acción no se sitúa en el pecho. Cuando el profesor dice: “sacad el pecho”, no actúas sobre el pecho, actúas en la espalda. Ahora, separa las costillas en la zona de la espalda. Sin dejar que se junten, ¡saca el pecho! ¿Puedes hacerlo? No ¿Porqué? Una cosa es la espalda y otra el pecho. Ahora junta las costillas en la zona de la espalda y hunde el pecho. ¿Puedes hacerlo? ¿Porqué no? El profesor dice: “hundid el pecho”; y tienes que preocuparte por tu pecho. Existen técnicas indirectas y técnicas directas. Hay un proceso, cuando sacas el pecho, no lo sacas directamente. Se inicia alguna otra cosa. Finalmente el pecho sale como una consecuencia. No es la causa. Cuando el profesor dice: “sacad el pecho”, se supone que no sacas el pecho, se supone que mueves la espalda. Todas estas percepciones surgen cuando tienes esta reflexión en tu práctica. “¿Realmente estoy sacando el pecho?”. Todos los profesores dicen: “sacad el pecho”. Pero tú no puedes sacar el pecho. No lo sacas. Nunca puedes sacarlo. Tienes que trabajar solo en la espalda.
Por tanto, el ajuste es un proceso que se descubre al practicar con discernimiento. A veces ves una película en cámara lenta. ¿Para qué? De esta forma puedes ver con claridad lo que ha sucedido. ¿Porqué no comprender el lento movimiento de tu ajuste? ¿Cómo ajustas? ¿Qué es lo que implica un ajuste? Ajuste no es por tanto un Big Bang, no debe ser un Big Bang. Debe ser un proceso. Si es un proceso, comprenderá todos sus niveles. ¿Cuántas cosas están implicadas? ¿Cuál es el orden secuencial en que se desarrolla todo el proceso? Y la inteligencia en la práctica, en las posturas, aparecerá ciertamente cuando actúes con reflexión, con discernimiento; y esto solo será posible cuando se lleve a cabo una gestión del esfuerzo.
Todos creemos que el Yoga Iyengar es un trabajo muy duro. Por desgracia, estas en un camino equivocado. ¡El Yoga Iyengar no es un mal negocio! La creencia de que hay que trabajar duro es errónea. Crees que debes transpirar. Tienes que transpirar pero no creas que esto solamente es el Yoga Iyengar. Transpirarás como parte de un proceso, en las etapas de aprendizaje, o fuera del proceso de hacer para aprender. Pero no creas que transpirar es el Yoga Iyengar.
Cuando has estado viendo a Guruji, sus demostraciones, su elegancia, ¿podrías afirmar que esta fatigado por ello? Has visto que puede hablar normalmente después de una demostración, que esta relajado. No finaliza como un boxeador después de un asalto. ¿Porqué no miras en su práctica todas estas cosas y luego intentas definir lo que es el sistema? Entonces comprenderás que todo lo que estoy diciendo esta dentro del sistema, hay que investigarlo. Realmente, todo está en la superficie; estas en el camino equivocado porque te ves arrastrado por sus posturas. ¿Cómo hace Trikonasana?, ¿cómo hace Vrchikasana?, ¿cómo hace Kandasana?, ¿cómo hace esto y aquello? Estas arrastrado por algo y no ves como esta haciéndolo. En las posturas difíciles, cuando las está actuando, ¿actúa igual que tu cuando haces Viparita Dandasana en clase? ¿trabaja igual en la cara, mandíbulas, dientes y ojos? Si no lo hace, ¿cómo es que no lo hace?, ¿Y porqué no lo hace? El puede dar la impresión de “estar haciendo una postura difícil”. Puede también apretar las mandíbulas, cerrar los ojos con fuerza y mostrar a la gente que se trata de una postura muy difícil, para hacerles entender que no es algo sencillo. ¡Puede hacer eso! La gente dirá: “ciertamente es algo muy difícil”. Incluso aplaudirán. Otra cosa es que no hace eso para mostrarte que es sencillo, sino que lo hace de una manera natural. Él es natural en su práctica. Es natural en su demostración. Eso es lo que puedes ver en su rostro, lo que deberías ver en su rostro.
Así es como surge la elegancia. La elegancia no aparece como un mal negocio. Pues, en otro caso, todo sería elegante; trabajar muy duro, picando piedra ocho o diez horas diarias no es ser elegante. ¿Es que para ser elegante solo hay que trabajar duro? Eso no es el trabajo duro. Trabajar duro es trabajar integrado. Y necesitas trabajar duro porque en tu proceso de aprendizaje, como ya he comentado, tendrás que avanzar de nivel en nivel.
Tendrás que luchar. La lucha está ahí, pero no se trata solo de luchar. Por tanto, tu práctica debe dividirse: esta es la vía de la lucha y esta otra la de la reflexión; ambas deben combinarse y practicarse una al lado de la otra. ¡Y cuando se integren, todos os transformaréis en B.K.S. Iyengar y no vendréis a mí! Cuando esto se integra, ya no hay dudas. Pero, hasta entonces, debes ver estos dos caminos ahí, en tu práctica. El aspecto del esfuerzo y el de conservación. Acción y reflexión.
Y a medida que se madura, se aproximan cada vez mas; en algunos puntos se combinan y esto te proporciona la flor y nata de la asana. Entonces comprenderás que la elegancia está ahí. En todos los niveles, la elegancia estará ahí; no esperes a convertirte en B.K.S. Iyengar, para conseguir elegancia. Puedes obtener la elegancia en cada nivel.
entreluces te conecta con tu propia luz...eso que siempre permanece igual que nunca cambia a pesar de todo...eso que siempre te protege...eso que a veces te vas sin conocer pero que aunque abandones tu cuerpo permanece siempre contigo...eso es simplemente eso...tu propio ser...
miércoles, 27 de octubre de 2010
MAS DE Entrevista a Prashant Iyengar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario